Acercarse a los
resultados ganaderos de países como
India, Brasil, China o Argentina, resultaría una pretensión
demasiado utópica. Mas, no significa que cerremos los ojos y demos la espalda a
alternativas vitales para desarrollar dicho indicador, y así, cobrar las deudas
con las demandas del pueblo y coadyuvar al acotejo de la economía nacional.
“Con los pies en la
tierra y el paso firme y seguro…”, dijo un campesino cuando insistía en la
necesidad de incrementar la cantidad de comida destinada al pueblo.
Y eso me hizo
recordar que aludir al tema de la ganadería deriva en hablar de carne, lo cual
deriva en traer a colación el tema del plato fuerte, que a su vez deriva en la
alimentación del cubano, indiscutiblemente deriva en el contento de la
población y, por supuesto, deriva en reto para los encargados de producir,
guiar… y para quienes debemos escribir del asunto.
Por ello, hurgué en las estrategias de la Isla en este sentido mediante
las declaraciones de Jesús García Piloto, viceministro de la agricultura a
cargo de la ganadería.
“Actualmente la
actividad pecuaria atraviesa por un momento de transformaciones, fundamentalmente
en lo relacionado con el sustento de los animales y la creación de condiciones
en el trabajo técnico. Esto nos condujo a que, desde la dirección del país,
suscribiéramos trece postulados en aras de la recuperación del sector”, aseguró
el directivo.
La sequía deviene
piedra en el zapato para los rebaños en la nación. La ausencia de la lluvia
deprime el pasto y evapora el agua. Ello atenta contra la nutrición de los
animales y deprime el acopio de leche.
“Debemos dejar de
hablar de sequía, ese es un fenómeno de todos los años, no es aislado ni
imprevisto. Por eso es preciso enfocarnos en la preparación de las condiciones
con el propósito de enfrentarnos a tales períodos. Desde el inicio de la
primavera debe comenzar la conservación de la comida a partir de la acumulación
de pastos, forrajes y los subproductos de cosechas.
“Pretendemos lograr el cambio de concepto en los ganaderos, incluidos los cuadros y funcionarios. El período secano no puede mantener su estatus de justificación ante los incumplimientos de los planes”, destacó García Piloto.
Las intenciones
deben saltar la fase del concepto e instalarse en la realidad. Se trata
entonces de cambiar mentalidades, pues crear las condiciones en pos de afrontar
la sequía no puede golpearnos como si fuese una novedad. Tales mecanismos
tienen lugar en disímiles regiones en el mundo. No obstante, lo más importante
radica en las voluntades de anticiparse a los daños ante la ausencia del agua
caída del cielo.
“Debemos sembrar cuanto
requieran los animales y conservarlo en aras de resistir los períodos de
escasez. Hemos hecho hincapié en el aprovechamiento de los subproductos
generados en la zafra azucarera: desde la paja en el campo, hasta los centros de
acopio, el bagacillo, la cachaza y otros sobrantes del proceso agrícola e
industrial. También empleamos alternativas en función del abasto de agua. Por
ejemplo, los molinos de viento y la extracción con energía solar, cuyos
resultados han sido satisfactorios luego de un período de prueba”.
En lo concerniente al
acopio de leche, aún quedan algunas deudas en el proceso de contratación, en el
pago a los campesinos, entre otros inconvenientes. A propósito, el Viceministro
explicó que se encuentran en un momento de precisión de las políticas y
premisas a tener en cuenta para lograr un convenio con la mayor exactitud y
justeza posible.
“A partir de las
indicaciones del plan de la economía se propondrán también los precios del
líquido tanto en la venta directa como en la industria láctea, de acuerdo con
los costos reales”.
García Piloto
también ofreció declaraciones sobre las condiciones y potencialidades del
sector en Cienfuegos, al cual calificó entre los territorios abanderados en la
revitalización de las labores pecuarias. “En los últimos meses esta provincia
ha dado pasos muy importantes relacionados con el fortalecimiento y
cumplimiento de las medidas con el fin de salvaguardar dichas actividades. Se
destacan en la organización y control de los rebaños y en las labores de
reproducción”.
Precisamente sobre
este último indicador el directivo agregó que “otra de las acciones con vistas
al desarrollo incluye la inseminación artificial. Los resultados contribuyen a
una mejor genética, influyen en el ascenso de los rendimientos y permiten un
mayor control sobre los compromisos de cada productor”.
Tal alternativa conduce
a una eficiente gestación de la vaca en función de los resultados propuestos en
la leche y la carne. A partir de la combinación de razas se obtienen especies según
las necesidades del campesino.
Todos los cambios referentes
a la agricultura deben marchar a favor de la variedad en la mesa del cubano.
Además, tienden a catapultar resultados óptimos a la economía del país, pues
sustituir las importaciones, más allá de la condición de lema, deviene el
centro de la diana a donde debemos disparar recursos y voluntades en aras de
disminuir gastos por ese concepto.
La base de las trasformaciones aparece
plasmada en el Lineamiento 192 de la Política Económica
y Social del Partido y la
Revolución, donde aboga por “Continuar el desarrollo del programa ganadero en
las actividades vacuna, bufalina, porcina, avícola y de ganado menor,
potenciando el desarrollo genético de los rebaños para aumentar la producción
de proteína, incrementando las fuentes nacionales de alimento animal. Asegurar
el servicio veterinario, aumentar la producción nacional de medicamentos e
incrementar la inseminación artificial”.
Solo resta corroborar
en la práctica cada una de estas reivindicaciones de la ganadería en Cuba.
Esperemos en algún momento vislumbrar los cambios en la casilla. Ojalá un día
estemos en condiciones de quitarle los signos de interrogación al título de
este trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario