Llegó Víctor Mesa a Matanzas para sacar al equipo de Beisbol de un bache. Y le puso gasolina a dicha
selección al punto de situarla entre los primeras del país. Le imprimió
espíritu ganador, les brindó otra visión del juego técnico-táctico, y les
facilitó o gestionó condiciones —dígase casas, recursos…— con el fin de estimularlos
y arraigar el interés y el compromiso.
Pero olvidó
VM32 un aspecto fundamental en el ser humano y particularmente en el deportista: el factor psicológico, el de lograr la confianza a partir de dotes pedagógicas. Porque un manager también es un maestro, y Víctor Mesa
es de esos profe que tuvimos en la escuela, a quien respetábamos por ser el “nazi”,
pero no aprendimos lo suficiente porque estábamos demasiado tensos con su imponencia.
Entonces le faltó ese ingrediente al cocodrilo, el de la humildad y el razonamiento mesurado, el de la ética, el de brindar confianza en lugar de regaños públicos que coartan la moral del atleta. Quizás VM32 le puso demasiada humillación al ajiaco donde cocinaba su equipo.
Hombre por
hombre tienen el mejor conjunto, sobre todo porque ha resultado uno de los
pocos afectados con la fuga de atletas a otras ligas. Además, han logrado consolidarlo
con atletas de aquí y de allá, con refuerzos bien elegidos que en su mayoría
respondieron. Un equipo lleno de excelentes figuras, sobre todo jóvenes, que
debieron ganar pero tuvieron la suerte y la desdicha de tocarles Víctor Mesa como
Director, quien ha demostrado sus excelentes cualidades para llevarse el
subcampeonato: dos veces seguidas con Villa Clara, caracterizadas por
estrepitosas sucumbidas ante Industriales (0-4 y 0-4) y ahora otra vez repite la historia de segundo lugar consecutivo.
Y es lógico,
porque para ganar no solo hace falta talento, sino juicio, y algunos agregarían
la suerte, por eso de que ciertos manager tienen ángel de ganadores, porque lo
traen en las entrañas. Entonces le tocó a Víctor Mesa —que no parece tener el
ángel en su destino— toparse con un Urquiola, que desde una posición modesta,
suspicaz, estratégica…, sabe llevar a un equipo a la victoria sin tanta
algazara, pavoneo…
Sin el
guerrero Vladimir García, el oportuno Giorvis Duvergel en el tope final ni el experimentado Denis Laza, en
calidad de refuerzos, venció Pinar de Río a unos cocodrilos, cuyo manager lanza tierra
a la cara de árbitros, desborda cierto desequilibrio mental, y toda la
sabiduría que ostenta la hunde con actitudes antideportivas. De qué le sirve
tanto conocimiento, si a fin de cuentas, el terreno –dueño de la última
palabra- lo deja sucumbir en la orilla.
Así, los más
creyentes alegan “Dios es justo” y los no tan creyentes simplemente comentan en
las cuatro esquinas: “el que la hace la paga”. Llega el momento en que el
destino es injusto con el conjunto de reptiles y la propia afición yumurina,
porque ¿saben qué? Merecía ganar, le tocaba ganar, pero sucede que el mismo
director que los llevo al olimpo, sin querer les abrió un abismo antes de
llegar al trono.
Se acabó la
serie, Pinar del Río campeón. ¡Enhorabuena! Pero el peligro aún acecha: ese es
el manager del team Cuba.
Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, mi nombre es Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otra, todavía busqué un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128
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