Las habichuelas se encuentran entre los productos más sobrevalorados por el sistema de oferta-demanda de la agricultura urbana y suburbana |
Los resultados de cada uno de los recorridos
del Grupo Nacional de la
Agricultura Urbana y Suburbana (GNAUS) durante el 2013, le
permitieron a Cienfuegos el primer lugar en este renglón. Y tras la noticia no
hace falta bola mágica para predecir el pensamiento popular: si somos los
mejores, no quiero ver los más malos.
Aunque casi por inercia y sin mucho análisis
nacen tales expresiones, no debemos dejar a un lado el sentimiento de quienes
no siempre pueden llevar a casa la jaba llena. Mas, no caben dudas de que en la provincia se aprecia la voluntad de crecer en la producción de vegetales,
viandas, frutas, hortalizas… logrados en fincas y organopónicos.
Tales resultados se calzan en rendimientos
superiores a los 15
kilogramos por metro cuadrado (kg/m²) en hortalizas y
cerca de 19 kg/m² en cultivos semiprotegidos como la col, pepino, pimientos,
lechuga, tomates… El territorio sobresale además en la criaza animal, sobre
todo el ganado menor; los proyectos científico-técnicos en la Finca Experimental
de Semillas en Horquita; el fomento de las plantas medicinales; los vegetales
fuera de época, fundamentalmente en la zona de montaña, entre otros avances
reconocidos por Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del GNAUS, durante el balance
nacional efectuado en el municipio de Cumanayagua.
Durante el encuentro, Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la agricultura, destacó que este movimiento surgió con el fin de incrementar los niveles de producción de alimentos principalmente por la vía agroecológica y potenciar una comercialización lo más diversa posible.
El dirigente también llamó a avanzar en la obtención
de semillas, pues aún el país gasta cerca de 2,7 millones de dólares al año en
la importación de las simientes. “Necesitamos profundizar en el uso eficiente
de los sistemas de riego y drenaje agrícola; en la garantía del alimento
animal, así como el empleo de biofertilizantes, bioestimulantes y
bioplaguicidas”, enfatizó el ministro.
Adolfo Rodríguez Nodals, señaló
irregularidades recurrentes en el archipiélago como ciertos desajustes en la
oferta por falta de escalonamiento en planes de siembra, la impuntualidad de
algunas producciones a las instalaciones turísticas, las deficiencias con el
alimento animal, entre otros.
En Cienfuegos, como en toda Cuba seguramente,
las principales deudas con el contento del pueblo radican en los aún elevados
precios de las ofertas en organopónicos y otros puntos de venta. “Nos orientan
una dieta saludable, pero cómo hacerlo si los precios de los vegetales, frutas,
hortalizas… son demasiado altos. Imagínate, una libra de tomate a cuatro,
cinco, seis pesos… Somos los mejores pero la oferta no se corresponde con los
resultados”, refirió Marisol Rodríguez Valdivia, vecina de Punta Cotica.
Y es que los renglones de la agricultura
urbana y suburbana tienen asiento reservado en el sistema de oferta y demanda,
en donde no siempre las cantidades pueden sentarse encima del globo de los
precios para desinflarlo un poco. En tal sentido, muchos –los de menos
ingresos- no perciben los avances.
Sin embargo, ningún estado de opinión debe ir
en detrimento del aliento de productores líderes estimulados en el balance,
como José Rodríguez Lorenzo, dueño de la finca El Mango, en Cantarrana y Manuel Hernández Moreno, director del centro de monta múltiple “La campanita” en Cumanayagua.
Gladys Lien Fajardo Bolaños, subdelegada de
la agricultura en Cienfuegos a cargo de este movimiento, insistió en que por
encima de la emulación nacional, permanece el compromiso de proporcionar mayor
cantidad de comida para el pueblo. Entonces, seguir esa línea garantizaría un
regocijo al cuadrado (regocijo²), el de izar la bandera de más destacados y el
de contar con la aprobación de la población, traducida en viandero,
refrigerador, plato y estómago lleno. Así seremos los mejores, pero… Los propios
lectores vendrán a decirme: “chico, quita el pero”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario