miércoles, 3 de abril de 2013

El 4 de Abril es rojo...


 
  Una vez alguien me sugirió darle colores a los meses, y al pensar en la idea me percaté de que, de manera involuntaria, en el subconsciente, designamos un matiz específico para cada uno. No sé si por las características del clima o estación del año, o por los acontecimientos en determinado contexto.
   
  Abril siempre lo visualicé con un color vivo, quizás un rojo o marrón fuerte, y posiblemente la brillantez de esos tonos tiene su explicación en la apertura de la primavera, aunque la primavera en sí no la veo roja ni marrón.

  Es extraño, incluso difuso, entonces pensé que cuando abril abre las puertas, al menos en Cuba, lo espera la algarabía por la celebración del día 4, con los respectivos aniversarios de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Mas, en tal jolgorio, si no me equivoco, sobresale el rojo…

  Y no tiene nada que ver con sangre derramada por combatientes, ni con la noción psicológica del amor-pasión-príncipe negro. Más bien responde a la aglomeración de niños y jóvenes con atuendos, banderas y emblemas con esa tonalidad… Nada, a lo mejor es un capricho, y muchos ni siquiera coincidan, ¡pero lo veo rojo…!

  Así lo constaté en la tarde del día 3, cientos de niños y jóvenes pertenecientes a la OPJM llenaron parte del Bulevar cargados de bullicio, ingenuidades, y por supuesto, colores… Y al bojear el acontecimiento descubrí una gama increíble, mas siempre sobresalió el rojo.          

  Ante la avalancha de infantes recordé algunas esencias sobre la incidencia psicológica del archimencionado color: “conocido como el de la vitalidad y acción. Ejerce una influencia poderosa sobre el humor de los seres humanos (…) Excelente para contraponerse a los neutros (…)”. Por eso, entre tantos, registro el rojo, y debe relacionarse con eso de la rebeldía juvenil, del cambio…, pues en las descripciones de ese tono también especifican que “(…) tiene el significado del anhelo”.       

  En otros lugares del mundo, el 4 de Abril camina como una jornada cualquiera, sin colores, o quizás gris, y algunos cubanos con manto apático lo sienten igual. No obstante, tampoco debemos desterrar ópticas sensoriales. Hacerse de la vista gorda ante la celebración de grandes y pequeños jóvenes, significa ver la vida en blanco y negro. Por suerte, al menos el mes de abril lo veo rojo…  

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