miércoles, 24 de abril de 2013

Nació una calabaza gigante en Cienfuegos


Con un peso superior a los 65 kilogramos (kg), nació en tierras aledañas al Central 14 de Julio, en Cienfuegos, una calabaza que por su tamaño constituye un acontecimiento peculiar para los habitantes de la zona.

Desde Bolivia llegaron las semillas gestoras de tal producto, gracias a Sebastián Bernardo González Botello, natural del país suramericano, quien vive en Cuba hace apenas cuatro meses tras su matrimonio con una médica sureña que estuvo dos años de misión en el país hermano.

“Para los cubanos es algo raro, pero en la finca de mi familia es normal encontrarse calabazas de ese tamaño. No solo depende del tipo de semilla, sino del cuidado y las técnicas agrícolas aplicadas, como regarlas siempre por las mañanas y tenerlas en una superficie húmeda y con sol permanente. Así lo revelan los secretos de mi abuelo”, refirió el joven de 29 años.

Según González Botello, siempre supo del impacto que provocarían estas calabazas, pues las encontradas aquí son muy pequeñas. “Los padres de mi esposa no me creían; decían que debían verlo para creerlo. Ellos pensaron era una exageración mía. Entonces convoqué a mi suegro para experimentar con esa especie y así obtuvimos grandes ejemplares, sobre todo la de 65 kg.

“En cierto momento el crecimiento de la calabaza se detiene. Muchos piensan que hasta ahí llegó y la recogen, pero no, todavía debe dársele un poco más de tiempo para lograr el tamaño adecuado”.

El boliviano agrega que casi todos los habitantes de la comunidad han ido a ver la calabaza como si fuera un bicho raro. Es un acontecimiento en el poblado. Constantemente, llegan con cámaras para hacerse fotos con ella.

Odalys Rodríguez Rodríguez, suegra de González Botello y trabajadora del Central 14 de julio, explica que “mientras crecía la calabaza en el campo crecía nuestro asombro. Ahora la van a llevar al museo de Rodas para ponerla a disposición de los demás pobladores. Y eso no es todo, en el campo quedan otras tres de un tamaño parecido”.     

Por su parte, el suramericano añade que “el sabor es diferente, pues esta es más dulce y con una masa de mayor consistencia en comparación con las producidas en Cuba. Las de aquí son aguadas, aunque no dejan de ser sabrosas. Para nosotros el zapallo, como le llamamos en Bolivia, es un manjar exquisito para las sopas. Constituye un plato codiciado en mi región y pronto lo será aquí también, porque muchos quieren probarla”.      

El proceso de producción de calabazas gigantes continuará en esas tierras pertenecientes al municipio de Rodas, toda vez que las semillas del ejemplar de mayor tamaño sirven para futuros cultivos y así lograr muestras similares. No obstante, aún permanecen en período de experimentación.   

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