lunes, 3 de febrero de 2014

Cuando en Cienfuegos viene el deporte de los cuatro vientos (+audio)


El fútbol es uno de los deportes de mayor aceptación en la montaña.
  Después de tanta pendiente no sabíamos bien por dónde andábamos. Decía el fotógrafo que aquellas lomas se parecían a las de Topes de Collantes, perteneciente a Trinidad. Insistía: “cogimos por otro lado, vamos mal…” Pero el último tramo del trayecto desalojó las dudas, arribamos a cierta meseta del macizo de Guamuhaya, en Cienfuegos, donde parecen correr aires de calidad de vida.
   
  Llegamos a Cuatro Vientos. El lugar parece hecho a mano y no hay nadie cabizbajo por vivir tan lejos del centro del pueblo, mucho menos los niños ¡Qué manera de haber niños correteando! Jugando voleibol, fútbol, baloncesto… ¡Y jugaban bien! Todo, o casi todo, estaba nuevo, o al menos bien cuidado: balones, pelotas, porterías, guantes de boxeo…
  
 Lo rústico no parecía rústico y tanto jolgorio no simulaba un montaje, era más bien espontáneo. Aunque algunos detalles debieron pulirse para la visita, la vida deportiva en allá arriba debe ser similar a aquel panorama, quizás idéntica.  
  

  Tocamos el hombro de Alexis Ignacio Ercia Hernández (mi tocayo), era el más indicado para explicar cuanto ocurría en ese escenario. El jefe del combinado deportivo número tres del municipio de Cumanayagua manifiesta que “hay para todos los gustos, planificamos actividades deportivas y recreativas para los diferentes grupos poblacionales del Escambray”.
  
 Particularmente para los que aún no cumplen 12 años, organizan los Juegos de Montaña, en donde los infantes incursionan en béisbol, voleibol, baloncesto, fútbol, kárate, judo, atletismo, ajedrez, boxeo y otros. Y de tales competencias nacen algunos talentos que llegar a los centros de alto rendimiento.
  
 “Esta es una herramienta para los comisionados provinciales con el fin de captar a los muchachos de mejores perspectivas, pues tenemos un buen potencial, por sus habilidades, somatotipo…”, dijo Alexis Ignacio.

 Las condiciones facilitan la estancia allí y el desarrollo de este tipo de eventos, mucho más por sus instalaciones. Y cuentan que poco a poco las han rescatado del deterioro gracias a la confluencia del movimiento de activistas y los consejos voluntarios en cada demarcación.

 Por inminente lógica, son irregulares los terrenos para construir los espacios deportivos, pero todo se ajusta, todo se arregla cuando el hombre insiste, hurga en el baúl hasta encontrar las alternativas. “Las cosas están bien cuidaditas, le damos mantenimiento a cada rato. Por eso gozamos de tanta aceptación”.

 Y en los rostros está escrita la complacencia. Hierven los conocimientos sobre el deporte cubano y el de “afuera”; pervive la rivalidad entre el Barca y el Real Madrid, entre Messi y Cristiano, entre Cuba y Kazajstán en el boxeo; también lamentan la enfermedad de los elefantes.
  
 Según Alexis, hoy cubren la fuerza técnica de las 14 escuelas de la serranía, aunque precisan enfatizar en la preparación metodológica. A veces las propias características del lugar conllevan a ajustar los procedimientos, porque en varias ocasiones trabajan en multígrados y han de rotar por varios centros. “Es más difícil que en el llano” .

 Al preguntarle a mi tocayo sobre algún profesor destacado, dijo: “aquel que está jugando fútbol; está propuesto para Vanguardia Nacional”.

 - Buenas, disculpe que lo interrumpa, ¿puede atendernos un momento?
  - Sí, enseguida

 En instantes Yoel Morffi Gemot nos contó cómo hicieron cada instalación gracias al aporte de ellos mismos, los niños, padres…, Por ello las aprovechan al máximo. Se regodea cuando afirma que no faltan los implementos. “Gozamos de prioridad, por eso debemos cuidarlos”, aprovecha para confiarnos sus aspiraciones con los infantes: “Aquí hay varios con tremenda capacidad, fuerza, resistencia; siempre mi principal objetivo es que lleguen a la EIDE, puedan representar a la provincia. Hay bastante talento, hace falta que vengan más seguido a captarlos”.     

 Mientras hablaba, los alumnos recesaron las patadas al balón para situarse a su lado… Alguno me haló la mano para hablarle a la grabadora: “él es como un padre para nosotros…” “A mi me gusta el fútbol, y le vamos al Barca igual que al profesor”.

 Tragó en seco Yoel, y solo alcanzó a decir: “estos son mis hijos…” Cambié el tema para que los niños no lo vieran llorar y en jarana les dije: “seguro él los obliga a irle al Barca, a Messi…”

  Así transcurre el tiempo mientras el deporte viaja por los Cuatro Vientos. Cuando la tarde miraba el reloj con afán de marcharse, cada implemento debía guardarse y… calabaza, calabaza… mas, quedaba en aquellos terrenos la alegría, la ingenuidad de esas peleas de boxeo entre diez añeros, la certeza de que en ese espacio montañoso cada acción parece un óleo. Menos mal que ese día llegamos allí y no fuimos a parar a Topes como pensaba el fotógrafo.

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