domingo, 2 de febrero de 2014

Agricultura urbana y suburbana: somos los mejores, pero…


Las habichuelas se encuentran entre los productos más sobrevalorados por el sistema de oferta-demanda de la agricultura urbana y suburbana
Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la agricultura, aseguró que la dirección del país aprobó más de 96 millones de CUC y casi 77 de CUP para el desarrollo de la agricultura urbana y suburbana en los próximos cinco años. 
 
  Los resultados de cada uno de los recorridos del Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana (GNAUS) durante el 2013, le permitieron a Cienfuegos el primer lugar en este renglón. Y tras la noticia no hace falta bola mágica para predecir el pensamiento popular: si somos los mejores, no quiero ver los más malos.
   
  Aunque casi por inercia y sin mucho análisis nacen tales expresiones, no debemos dejar a un lado el sentimiento de quienes no siempre pueden llevar a casa la jaba llena. Mas, no caben dudas de que en la provincia se aprecia la voluntad de crecer en la producción de vegetales, viandas, frutas, hortalizas… logrados en fincas y organopónicos.
  
 Tales resultados se calzan en rendimientos superiores a los 15 kilogramos por metro cuadrado (kg/m²) en hortalizas y cerca de 19 kg/m² en cultivos semiprotegidos como la col, pepino, pimientos, lechuga, tomates… El territorio sobresale además en la criaza animal, sobre todo el ganado menor; los proyectos científico-técnicos en la Finca Experimental de Semillas en Horquita; el fomento de las plantas medicinales; los vegetales fuera de época, fundamentalmente en la zona de montaña, entre otros avances reconocidos por Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del GNAUS, durante el balance nacional efectuado en el municipio de Cumanayagua.
  

Durante el encuentro, Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de la agricultura, destacó que este movimiento surgió con el fin de incrementar los niveles de producción de alimentos principalmente por la vía agroecológica y potenciar una comercialización lo más diversa posible.

 El dirigente también llamó a avanzar en la obtención de semillas, pues aún el país gasta cerca de 2,7 millones de dólares al año en la importación de las simientes. “Necesitamos profundizar en el uso eficiente de los sistemas de riego y drenaje agrícola; en la garantía del alimento animal, así como el empleo de biofertilizantes, bioestimulantes y bioplaguicidas”, enfatizó el ministro.

 Adolfo Rodríguez Nodals, señaló irregularidades recurrentes en el archipiélago como ciertos desajustes en la oferta por falta de escalonamiento en planes de siembra, la impuntualidad de algunas producciones a las instalaciones turísticas, las deficiencias con el alimento animal, entre otros.

 En Cienfuegos, como en toda Cuba seguramente, las principales deudas con el contento del pueblo radican en los aún elevados precios de las ofertas en organopónicos y otros puntos de venta. “Nos orientan una dieta saludable, pero cómo hacerlo si los precios de los vegetales, frutas, hortalizas… son demasiado altos. Imagínate, una libra de tomate a cuatro, cinco, seis pesos… Somos los mejores pero la oferta no se corresponde con los resultados”, refirió Marisol Rodríguez Valdivia, vecina de Punta Cotica.

 Y es que los renglones de la agricultura urbana y suburbana tienen asiento reservado en el sistema de oferta y demanda, en donde no siempre las cantidades pueden sentarse encima del globo de los precios para desinflarlo un poco. En tal sentido, muchos –los de menos ingresos- no perciben los avances.   

 Sin embargo, ningún estado de opinión debe ir en detrimento del aliento de productores líderes estimulados en el balance, como José Rodríguez Lorenzo, dueño de la finca El Mango, en Cantarrana y Manuel Hernández Moreno, director del centro de monta múltiple “La campanita” en Cumanayagua.
   
 Gladys Lien Fajardo Bolaños, subdelegada de la agricultura en Cienfuegos a cargo de este movimiento, insistió en que por encima de la emulación nacional, permanece el compromiso de proporcionar mayor cantidad de comida para el pueblo. Entonces, seguir esa línea garantizaría un regocijo al cuadrado (regocijo²), el de izar la bandera de más destacados y el de contar con la aprobación de la población, traducida en viandero, refrigerador, plato y estómago lleno. Así seremos los mejores, pero… Los propios lectores vendrán a decirme: “chico, quita el pero”.

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